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COVID-19 Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe: Claves, desafíos y dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales

Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe: Claves, desafíos y dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales

Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe: Claves, desafíos y dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales

 

 

La suspensión de clases presenciales como consecuencia de la pandemia de COVID-19 afectó profundamente los sistemas educativos de América Latina y el Caribe, y puso en riesgo los avances alcanzados en torno al cumplimiento de las metas establecidas en la Agenda ODS 4-Educación 2030. Las poblaciones más vulnerables se han visto más afectadas por esta situación, lo cual acrecentó las brechas preexistentes. Los países de la región llevaron a cabo enormes esfuerzos para garantizar la continuidad de los aprendizajes. Sin embargo, se ven limitados por los desafíos que presenta este contexto inédito de crisis y agravados por las desiguales condiciones de acceso a infraestructura y otros recursos que afectan a vastos sectores de la población.

 

Ante este escenario algunos organismos internacionales emitieron una serie de recomendaciones para el proceso del regreso presencial a las escuelas, que abarca un conjunto amplio de dimensiones. Este documento pone de manifiesto, a través del análisis de la información disponible, que los países de la región tienen condiciones desiguales de acceso a los recursos humanos, económicos, de infraestructura y equipamiento requeridos para implementar dichas recomendaciones. Las profundas brechas que se manifiestan al interior de cada sistema educativo alertan sobre el riesgo de agudizar las desigualdades si no se actúa con urgencia y priorizando a la población más vulnerable.

 

El reporte analiza las posibilidades, restricciones y necesidades que enfrentarán los países de la región durante el proceso del regreso a las clases presenciales, considerando cinco dimensiones: (i) escuelas seguras (infraestructura escolar, acceso al agua y saneamiento); (ii) recursos humanos (directores y docentes); (iii) acceso a TIC y conectividad, (iv) financiamiento de la educación y (v) información y planificación.

 

Antes de la pandemia, los sistemas educativos de la región ya enfrentaban desafíos importantes como brechas de acceso, bajos aprendizajes y desigualdades estructurales. En 2018, 10,5 millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe no asistían a la escuela, de los cuales 16% estaba fuera de primaria, 22% fuera de secundaria baja y 62% fuera de secundaria alta. Además, gran parte de los alumnos de América Latina y el Caribe no alcanzan las competencias básicas de aprendizaje: menos de la mitad de los jóvenes logra alcanzar las competencias básicas de Lectura, según los resultados de PISA 2018; y solo 1 de cada 4 lo hace en Matemática. Según TERCE, 40 de cada 100 estudiantes de tercer grado de primaria y 18 de cada 100 en sexto grado no superan el primer nivel de desempeños en la evaluación de Lengua. En Matemática esta proporción incrementa a 47 de cada 100 en ambos casos. Estos rezagos se acentúan más en función del nivel socioeconómico de las familias a las que pertenecen los estudiantes.

 

 

Descarga aquí el documento.

 

Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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